viernes, 18 de junio de 2010

De carritos y carrozas


Hoy toca una noticia
cercana, surgida de un caso cercano.

Hoy es una narración
en toda regla.

No tocan grandes temas
de portada, tocan temas pequeños.

No es una impactante
novedad, es una opinión




¿Quién no tiene o es o será o querría ser una madre o un padre?



El cuento comienza en un bochornoso día de mayo, con los nervios aspirando a ventilar su mal humor, unos pasos pesados pesarosos, y una pila de sueño hambriento. Iba con una amiga y compañera en el autobus, como siempre. Logramos sentarnos, no como siempre. Se paró el autobus, como tantas veces. Asomó una mujer joven por la puerta renqueante, como siempre. Pero algo sucedió -como en todo cuento ha de haber nudo- porque el conductor dijo "No están permitidos los carritos, la comisión establece que no podemos". ¡Pues vaya! ¡Con la de veces que nos paseamos, los estudiantes atolondrados, pululando los transportes públicos! Ahora resulta que imaginé carritos alzándose, heroicos, en una oleada humana, entre asientos y frenazos.


Me parece a mí que no, que no puede ser que nos suban cada vez más los abonos y , además, no permitan subir carritos. Supongo que las razones son que es inseguro, que no se puede porque los balanceos que nos mecen a los demás tripulantes no son una nana dulce para un recién llegado. Sin embargo, ¡cómo son las cosas! Miro para ver el reglamento y en el 20minutos aparece que se permitirán llevar los carritos... a partir del 1/1/08, y estamos a... 29/4/10. Menos mal... porque he visto carritos no sólo en el L1 de Valdemoro, sino también en el 428 (Valdemoro-Getafe) que da más vueltas que un tiovivo. Y estos autobuses no se destacan por ser hiper-modernos con asientos al estilo "vayámonos a la luna que pilla cerca".
También están casos como el de un padre gallego que no pudo subir porque, al tener el brazo escayolado, no lograba desmontar el carrito. Hablamos de 2008.



Caso curioso también en Oviedo en el que la policía tuvo que intervenir porque el conductor se negaba a continuar el trayecto con un carrito.


Pues nada, yo no sé al final cuál es la normativa y cuál no. Porque sí que oí que renuevan las flotas pero ya me ha tocado más de una vez subir a autobuses sexagenarios, con una respiración preocupante, un ronroneo acariciador en los tímpanos, asientos firmísimos y palanca al más puro estilo bastón. Y he visto carritos. ¿En qué quedamos?


FUENTES:
http://www.lne.es/oviedo/1698/desalojo-carrito/539426.html
http://www.lavozdegalicia.es/santiago/2008/06/18/0003_6915092.htm
http://www.20minutos.es/noticia/191502/0/Veto/carrito/bus/

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