viernes, 18 de junio de 2010

La noticia, ¿realidad o fábula?

Vivimos con la mirada fija no en lo que tenemos enfrente, sino anclados en un periódico o en una pantallita, con los oídos no atentos a los ruidos -ensordecedores o melódicos- de nuestro alrededor sino en el Ipod de última generación o con la radio puesta. Inundados, inflamados, explotados de información y ocio. Caminamos sobre las últimas novedades, siempre pendientes del próximo paso y de adelantar el pie adecuadamente, no vaya a ser que caigamos en el olvido del estancamiento y de la anodina nada. Avanzamos, avanzamos, avanzamos ahogándonos con el sudor del esfuerzo que supone.

¿Qué lugar ocupan las noticias en ello? La información es un tesoro, saberla manejar -no pensemos en manipular, de momento- es imprenscindible. En un mundo global, la información también es global. Saber de economía, de política, de geoestrategias, de derecho... saber es lo que cuenta. Un vistazo al titular, poder decir "sí, claro que he oído de ello... de hecho, esta mañana iba leyendo en el metro que... ¿tú que opinas? Porque digo yo,.. ". ¿Qué lugar ocupan las noticias en ello? Poder, el conocimiento de estar al tanto, aunque sea mínimamente.


Ahora os preguntaréis por qué he puesto lo de realidad o fábula. Pues bien, las noticias, como muchos ya sabréis , no son la única, omnipotente, omnipresente, absoluta e incuestionable verdad universal. Pero, aunque lo sepamos intuitivamente, muchas veces no lo ponemos en práctica. El filtro de la crítica se ha embotado de la velocidad en la que estamos inmersos, de eso y de la comodidad de recurrir siempre a los mismo hábitos -ver un sólo canal, leer un sólo periódico, escuchar una sola radio-. Como se suele decir, del dicho al hecho hay un buen trecho, y vaya si lo hay.




¡Mantened las mentes despiertas! ¡No os dejéis embaucar por charlatanes! ¡Sed críticos!
Ahora mismo sé que he perdido a la mitad -o más- de lectores -si es que llego a alcanzar el plural a estas alturas, gracias-. Sé que todo lo que digo ya lo sabéis, incluso mucho más que yo y podríais expresaros de forma más directa. Pero, recordar nunca viene mal. Acabo pronto. Aguantad un párrafo de conclusión, sed pacientes con una novata en el mundo de los blogs. Y agradezco cada crítica que reciba.

La cuestión es que la noticia es una narración, y como toda narración tiene sus debilidades. Encajar la realidad en un bonito paquete conlleva perder parte del contenido. Además, los periódicos y las cadenas televisivas y radiofónicas no dejan de ser negocios con intereses propios. Las noticias, además, están influenciadas por las particularidades de cada periodista, y pueden querer vendernos un bonito -o fatídico- final moralizante, según les convenga. Por eso este post presentación, un tanto largo, me confieso. Intentaré, ante todo, poner en práctica yo misma las exclamaciones que antes os imponía: simplemente, despertar de mi sopor, aún más, aunque me decepcione. Trataré del periodismo -vaya novedad- y acercaros la información que reúna sobre temas de actualidad o atemporales, que siempre interesan, siempre en el ámbito de la comunicación e información.




¿Y vosotros? ¿Os unís?

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